ESCRIBANO MONACAL

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UNA GRAN OBRA MAESTRA REALIZADA EN MARFIL

miércoles, 13 de diciembre de 2017

LUIS DE SANTÁNGEL, EL FINANCIERO DEL DESCUBRIMIENTO DE AMÉRICA

Seguro que más de una vez habremos oído que el Descubrimiento de América se debió a que la reina Isabel la Católica empeñó sus joyas a fin de obtener el dinero,
que le dio a Colón para que hiciera su primer viaje a América. Hoy en día está más que demostrado que no fue así y en este artículo voy a contar lo que pasó realmente.
Se cree que Luis de Santángel nació hacia 1435 en Valencia, aunque otros dicen que fue unos 20 años después. Incluso, que no nació en la ciudad de Valencia, sino en un pueblo de esa misma provincia, llamado Vilamarchante. También se tienen noticias de que su familia, durante un tiempo, residió en Mallorca.
No obstante, hubo dos antecesores suyos que tuvieron el mismo nombre. Uno de ellos fue su padre, conocido como “el viejo”. El otro fue su abuelo, que antes de convertirse se llamaba Azarías Ginillo.
Su familia procedía de Aragón, concretamente, de la zona entre Calatayud y Barbastro y llegó a ser una de las más ricas de ese reino. De hecho, su madre era una aragonesa conocida como doña Brianda.
Ellos eran de origen judío, sin embargo, nuestro personaje perteneció a la tercera generación de cristianos de ese linaje.
Parece ser que su familia tuvo que convertirse tras las predicaciones de San Vicente Ferrer, habidas en 1391, que dieron lugar a fuertes persecuciones contra los judíos en el Reino de Valencia.
En 1471, nuestro personaje ya obtuvo el arriendo real de la sal. Hay que decir que, durante la Edad Media, la sal era casi un producto de lujo y el monopolio de la venta lo tenían los reyes, sacando a subasta su arriendo.
Posiblemente, ya existía de antaño una cercana relación entre la familia de nuestro personaje y la dinastía de los reyes de Aragón. Parece ser que su padre fue financiero y consejero de los reyes  de Aragón Alfonso V y Juan II. Este último le otorgó el arriendo de las salinas de la Mata, en Torrevieja (Alicante).
Precisamente, su tío, que también se llamaba Luis, se lo llevó a estudiar en Nápoles, donde estaba la corte de Alfonso V el Magnánimo, al que ya dediqué otro de mis artículos.
Al volver a Aragón se casó con Juana de la Caballería, también procedente de una familia de judíos conversos. Empezó trabajando en una oficina donde se cobraban los aranceles a las importaciones de telas procedentes de Lombardía.
En 1479, cuando Fernando el Católico fue proclamado rey de Aragón, ya le concedió a Santángel el nombramiento de alcaide de la ceca de Valencia. Para el que no lo sepa, una ceca es el lugar donde se acuñan las monedas y en aquella época era un cargo muy bien retribuido y destinado exclusivamente a la gente que gozara de la confianza total del monarca.
A Jaime, hermano de Luis, también le dio un cargo importante, nombrándole escribano en la curia de la Bailía General. Algo así como la alta administración del reino.
En 1481, Luis fue nombrado por el rey escribano de ración, que era una especie de agente de la tesorería real, cuyo trabajo era buscar dinero entre los inversores para luego financiar al monarca. Éste solía pagarle dejando que Luis cobrara las rentas de algún lugar de su reino.
No obstante, él y su familia siguieron dedicándose a sus negocios privados, como eran la construcción naval, la financiación a los cartógrafos para que dibujaran cartas de navegación (los famosos portulanos, muy cotizados en su época), el comercio de la sal, el aceite de oliva, etc.
Parece ser que nuestro personaje conoció a Cristóbal Colón, en enero de 1486, durante la primera visita que efectuó éste a los Reyes Católicos, cuando se hallaban en Córdoba.
Aunque parezca mentira, el primer lugar de la Península Ibérica donde funcionó la Inquisición fue en la Corona de Aragón, donde comenzó en 1242, aunque ya funcionaba en otros lugares de Cataluña unos diez años antes. Esa es la verdad y no como se nos quiere hacer ver ahora.
En Castilla no la hubo hasta el reinado de los Reyes Católicos y se fundó por imposición del rey Fernando, pues ya la había conocido en su reino.

Así que, a mediados de julio de 1491, este tribunal llamó a declarar a nuestro personaje a causa de la típica acusación de judaizante. O sea, que se le acusaba de que, a pesar de haberse convertido al Cristianismo, seguía practicando en secreto el Judaísmo.
Parece ser que, debido a su gran amistad con el monarca, éste consiguió sacarle de la cárcel de la Inquisición y le firmó un documento para que nunca más le volvieran a molestar, ni a él ni a su familia.
Algunos dicen que también trabó una gran amistad con Colón, porque ambos eran judíos. Eso no se sabe, pero sí es cierto que fueron muy amigos.
Curiosamente, cuando estando la corte en Santa Fe (Granada),  en enero de 1492, se enteró de que Colón se iba a marchar por no haber conseguido convencer a los reyes, fue a ver a la reina.
Parece ser que le dijo que le extrañaba que no hubiera aprobado esa expedición, pues parecía que podría ser muy rentable y que cualquier otro monarca de Europa la financiaría con sumo gusto. Incluso, que la Corona ya se había metido a financiar otras operaciones con un riesgo mucho mayor.
También que sería criticada por sus amigos y censurada por sus enemigos, cuando se supiera lo que había hecho.
Evidentemente, también contaba intentar hacer la competencia a los navegantes portugueses, que estaban teniendo muchos éxitos en sus intentos de bordear la costa de África para llegar hasta Asia.
Según parece, la reina, mostró su intención de apoyar esta expedición, pero dejándolo para más adelante, pues la tesorería estaba casi vacía a causa de la Guerra de Granada. Incluso, decía estar dispuesta a empeñar sus joyas.
Sin embargo, él la respondió afirmando que no hacía falta, pues él podría financiar la expedición, si la aprobaban los reyes, como así fue. Concretamente, Santángel, aportó 1.140.000 maravedíes, procedentes de su patrimonio. También le dieron otros préstamos  Gabriel Sánchez (funcionario de la Tesorería real)  e Isaac Abravanel, ambos judíos y amigos de Santángel. El primero era converso, mientras que el segundo se fue de España para no tener que convertirse.
A los reyes les prestaron otros 6.300.000 maravedíes para acabar la guerra de Granada.
Incluso, algunos autores afirman que la mayoría de la tripulación que llegó por primera vez a América, estaba formada por judíos conversos.

Así que la reina envió a un alguacil a buscar a Colón, el cual ya se había marchado de allí. Volvió y esta vez fue mejor acogido por los reyes. Acto seguido, se redactaron y firmaron las famosas Capitulaciones de Santa Fe. De esa forma se evitó que Colón fuera a pedir ayuda para su expedición al rey Carlos VIII de Francia, como pensaba haber hecho.
No es por casualidad, pero las dos cartas que escribió Colón a su regreso de su primer viaje a América, una de ellas estaba dirigida a nuestro personaje y la otra a los Reyes Católicos.
Precisamente, el 31/03/1492, los Reyes Católicos dieron la orden de expulsión de los judíos de todos los reinos de España. En aquella época sólo había unos 800.000 judíos que no se habían convertido. A estos les dieron 4 meses para cerrar sus negocios y marcharse del reino.
Antes de eso, miles de judíos ya se habían convertido al Cristianismo, como la familia de Luis. Unos lo habían hecho de forma voluntaria y otros sólo para quedarse, aunque, en privado, siguieran practicando el Judaísmo. Estos últimos fueron perseguidos por la Inquisición.
Curiosamente, el rey Fernando el católico, a quien sus contemporáneos le apodaban “el catalán”, aunque no hubiera nacido allí, tuvo buen cuidado en firmar que la devolución del préstamo realizado por Santángel lo pagara sólo Castilla y no la Corona de Aragón, aunque luego se beneficiara también del descubrimiento. Más o menos, lo que han hecho siempre.
Volviendo a nuestro personaje de hoy, era tal la estima que le tenían los Reyes Católicos, que, en 1497, llegaron a extender un privilegio de limpieza de sangre a su nombre. A fin de que la Inquisición no les molestara ni a él ni a sus descendientes.
Curiosamente, algunos autores dicen que participó en la organización de los barcos que llevaron a los judíos fuera de España hacia otros puertos de Italia o de Grecia.
Incluso, según dicen, se dedicó a buscarles acomodo en otros países, donde estuvieran a salvo de persecuciones contra ellos.

Parece ser que murió en 1498. Unos dicen que fue en Alcalá de Henares, mientras que otros afirman que fue en Ávila. Sus restos están enterrados en el Monasterio de la Trinidad de Valencia tal y como había indicado en su testamento.

4 comentarios:

  1. Así es, en mi escuela también nos enseñaron esa historia. Pero si analizamos bien los motivos, siempre esta presente: Costo-beneficio. El descubrimiento de América fue una empresa económica. Nada de querer demostrar la redondez de la tierra, su diámetro o saber que hay mas allá, yo invierto para ganar.

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    1. El principal objetivo de ese viaje no fue demostrar que la Tierra era redonda. Eso ya lo demostraron los griegos.
      Desde que los turcos conquistaron Constantinopla y bloquearon el camino a los mercaderes medievales para traer las especias de Oriente a Europa, el precio de esos productos se puso por las nubes.Creo que sólo les dejaron acceso a los mercaderes venecianos y por eso se hicieron tan ricos en esa República.
      Los portugueses consiguieron llegar hasta Oriente navegando alrededor de las costas africanas, pero era un viaje largo y costoso.
      Colón propuso llegar a Oriente navegando hacia Occidente. Así podría comprar allí las cotizadas especias y además el viaje sería mucho más corto. Lo que él nunca supo es que llegó a unas tierras que no pertenecían a Oriente y tampoco tenían esas especias que él iba buscando.
      Seguramente, por eso, hicieron expediciones desde América hacia Filipinas y consiguieron encontrar el rumbo adecuado para el llamado "tornaviaje" desde Asia a América.
      Muchas gracias por tu comentario y saludos.

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  2. Comentar sobre la redondez de la tierra era un decir, señalando que el carácter de esta empresa era solo comercial dado que las perspectivas eran buenas, sino nuestro amigo Luis no hubiera puesto ningún maravedí. Otra cosa, el detalle de que el préstamo solo lo devolvería Castilla, es genial y como tu bien dices, siempre ha sido así, y la otra de la organización del embarque de los judíos expulsados, no creo que haya sido gratis. Nuestro amigo Luis si que no dejaba escapar oportunidad alguna.
    Este articulo tuyo pareciera de los mas cortos, pero muy sustancioso. Gracias

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    1. Bueno, lo curioso de este asunto es que, como Colón no llegó a las Indias Orientales, pues tampoco trajo las ansiadas especias y, de momento, ningún metal precioso.
      Curiosamente, los catalanes, ahora dicen que nunca les dejaron comerciar en América. Esto no es del todo cierto. Al principio, parece que no, pero a partir del siglo XVII, se les permitía ir, si antes pasaban por la Aduana de la Casa de Contratación, que primero estuvo en Sevilla y, a partir del siglo XVIII, en Cádiz. Evidentemente, ellos siempre se negaron a ello. Así que no podían ir allí sin ese requisito, que cumplían el resto de los españoles.
      Lo cierto es que Santángel estaba muy bien situado y tenía muy buen olfato para que no se le fuera ningún negocio.
      Saludos.

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